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Los retos de la cooperación en lo social.

Los retos de la cooperación en lo social.

Aunque el modelo de trabajo conocido como Impacto Colectivo, parece ser la solución a muchos de los problemas sociales que nos agobian por su magnitud y para los que los esfuerzos nunca son suficientes. Cuando las metas son tan grandes que se vuelven deseables para todas los interesados, se presentan muchos retos para alcanzar una cooperación exitosa.

En nuestro artículo anterior de “Un fin común, esfuerzos compartidos” hablábamos de la importancia y la pertinencia que tiene que las organizaciones públicas, privadas, internacionales y del tercer sector se alineen y creen un ecosistema para unir esfuerzos con el propósito de alcanzar una meta común de gran magnitud frente a una problemática social compleja.

A primera mirada este modelo de trabajo conocido como Impacto Colectivo, parece ser la solución a muchos de los problemas sociales que nos agobian por su magnitud y para los que los esfuerzos nunca son suficientes. Sin embargo, cuando las metas son tan grandes que se vuelven deseables para todas los interesados, se presentan muchos retos de confianza, ego institucional, y cooperación que tienen que ser considerados para que la alianza sea exitosa.

La confianza es la base de cualquier esfuerzo de trabajo en equipo y para las organizaciones es muy difícil de construir. Fortalecer esos lazos en las primeras etapas es fundamental para que las partes sientan que pueden confiar ante los demás su Know How y que ninguno va a explotar la vulnerabilidad de los otros, y mucho menos aprovecharse de los compromisos adquiridos

De acuerdo con Paul Schmitz, el Senior Advisor del Collective Impact Forum, otro de los retos de las alianzas es la dependencia por los datos. La demanda por tener resultados medibles puede llevar a que se elijan acciones fáciles de demostrar que pueden no ser las claves, reduciendo los incentivos para hacer miradas integrales y favoreciendo que las organizaciones se mantengan en sus enfoques aislados. Por otro lado, las organizaciones se enfrentan a sus propios grupos de interés a los que tienen que rendirles cuentas de gestión y resultados, pero en las alianzas, es importante que se tenga presente que los resultados son compartidos y comunicados como tal, enfrentándose con los egos institucionales y los deseos de visibilidad individual.

El último reto resaltado por Schmitz, es involucrar a las poblaciones objetivo. En el largo plazo los esfuerzos se orientan a que las personas adquieran las capacidades para resolver sus problemas. Las organizaciones “no pueden solo hacer cosas para las comunidades, requieren hacerlo con ellas”, dado que sus miembros son quienes deben asumir roles de liderazgo con capacidad de ofrecer los servicios que se necesitan para mantener los resultados en el largo plazo.

En últimas, el impacto colectivo promete contribuir a resolver problemas sociales complejos, pero es solo un modelo para coordinar esfuerzos para tener comunidades fuertes, siempre y cuando quienes lo lideren tengan relaciones humanas basadas en la confianza y estén dispuestos a mantener la alianza.

Ángela Escallón

Directora Fundación Corona

** Este artículo se publicó originalmente en la Silla Llena, 12 de julio de 2016.

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