Linea de Tiempo

Trabajando por contribuir a reducir la brecha de inequidad en Colombia y reafirma su compromiso para seguir trabajando de manera articulada con diferentes socios y aliados.    

Nuestros modelos ayudan a otras entidades a implementar estrategias territoriales, permitiéndoles articular a los diferentes actores y cocrear herramientas y metodologías pertinentes para superar barreras y resolver retos locales.   

La coyontura Internacional provocada por la pandemia se convirtió en un momento de reflexión para Fundación Corona, que nos llevó a validar la pertinencia de nuestras líneas estratégicas.

Fundación Corona junto con Movilizatorio, crearon el modelo Participa+ una herramienta que promueve cambios sistémicos en la gobernanza de lo público, generando mayor corresponsabilidad e incidencia multiactor en las decisiones públicas, de manera tal que permitan generar soluciones a los problemas de la ciudadanía y así mejorar su calidad de vida. Este modelo enfrenta los retos de la participación ciudadana en lo público desde tres componentes interdependientes: Incidencia, Liderazgo Público y Gobierno Abierto.

Fundación Corona, la ANDI y su fundación, y USAID —por medio de ACDI/VOCA— construyen el Modelo de Empleo Inclusivo, una apuesta para el  desarrollo del país. El Modelo de Empleo Inclusivo se convirtió en una herramienta de conceptualización del sistema del empleo inclusivo que reúne actores, temáticas, momentos, estrategias y metodologías relacionadas con las dinámicas de la vinculación laboral de la población vulnerable.      

Lo construido durante los primeros cincuenta años de labor, sentó unas bases sólidas para continuar nuestro trabajo.
La visión de la fundación, se cimentó en ser líderes en el desarrollo de modelos innovadores, replicables, integrales y sostenibles que mejoran la calidad de vida de los colombianos. De esta manera, se mantuvo el propósito central de Fundación Corona: fortalecer las capacidades para impulsar el desarrollo social, la calidad de vida y la equidad en nuestro país. Así mismo, se determinó
que la movilidad social —es decir, la posibilidad que tienen las personas de subir o bajar de posición en una escala
de bienestar socioeconómico— sería el camino más adecuado para la generación de equidad y desarrollo social en el país.

Entre los años años 2006 y 2009, se trabajó por la promoción de la lectura, la escritura y el pensamiento lógico matemático de los estudiantes de básica primaria; se reconocieron oportunidades de trabajo con poblaciones más vulnerables, como las personas con discapacidad; y se desarrollaron proyectos para los jóvenes emprendedores del país.

En la primera década del siglo XXI se trabajó en el fortalecimiento de alianzas y se alcanzaron cerca de 250 nacionales e internacionales, lo que permitió aumentar el apalancamiento de recursos y el desarrollo de réplicas internacionales de los programas Cómo Vamos y RedAmérica. 

Se reconoció que el impacto de la fundación estaría dado en el largo plazo, desarrollando modelos y condiciones para que, en el mañana, los cambios se pudieran producir. Durante estos años se apoyo la creación de CORPOEDUCACIÓN Corporación Excelencia en la Justicia, el proyecto FOCUS: Fortalecimiento de organizaciones de base y el Consorcio para el Desarrollo Comunitario.

Entre estos años se presentaron cambios importantes en la estrategia. Fue así como en 1988 se transformó el esquema de trabajo al definir un equipo de trabajo liderado por Guillermo Carvajalino. Luego, en 1990 se decidió un nuevo cambio de nombre. A partir de ese año se comenzó a conocer como Fundación Corona, la cual, al identificarse con la Organización Corona, tuvo un mayor respaldo de sus acciones para fortalecer el prestigio de las dos entidades. Por decisión de la Familia se transfirieron varios activos en busca de fortalecer el patrimonio y la sostenibilidad de la fundación. Se definió, entonces, que Fundación Corona no debería ser una entidad ejecutora.   

Con respecto a otro de los focos de atención de la fundación, desde 1986, y promovido por Rodrigo Gutiérrez, se inició el apoyo a la gestión de la salud. Todo comenzó con el Hospital San José, en donde se desarrolló —en alianza con la Fundación para la Educación Superior - FES y Fundación Restrepo Barco— el proyecto de Gestión Hospitalaria (GEHOS), que apoyó a varias instituciones y permitió la creación de un software que se implementó en el Ministerio de Salud y se convirtió en la base para desarrollar el Centro de Gestión Hospitalaria.  

En la línea de fomento empresarial, muy cercana al pensamiento de Hernán Echavarría, se creó en 1985 el Fondo de Desarrollo Empresarial con varios objetivos: la promoción de la cultura empresarial y el desarrollo de grupos de capacitación en temas de gestión de aspectos técnicos.   

La estrategia de Fundación Santa Elena se fortaleció en los años 80 y mantuvo el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus trabajadores y sus familias, y de las comunidades en el entorno geográfico, incluyendo el fortalecimiento institucional, en especial desde la gestión, el trabajo en alianzas y algunos acompañamientos de incidencia en la política pública. En el ámbito de la educación, fueron creadas escuelas y se otorgaron becas en carreras técnicas. Algunos de estos créditos fueron administrados por el ICETEX. A la par, se desarrollaron, junto con el SENA, escuelas mecánicas de ormación, entrenamiento práctico y un pago de medio salario mínimo. También se implementaron otros programas mediante campañas educativas con el fin de hacer evidente la importancia de la democracia, la convivencia (cómo vivir mejor) y el desarrollo integral de la primera infancia.           

La fundación cambia su nombre a Fundación Santa Elena, en honor a Elena Olózaga de Echavarría, manteniendo su orientación hacia la educación, la vivienda, la difusión de ciencias y cultura, y su colaboración con programas de asistencia social de interés nacional o local. A partir de ese año fueron incluidas nuevas áreas de trabajo, como el fomento del empleo, el aumento del ingreso y el desarrollo de una actitud favorable hacia la iniciativa empresarial. Además, se buscó contribuir a la identificación y la solución de problemas de la salud en la población colombiana. Durante los primeros veinticinco años, la fundación trabajó discretamente sin una planta propia, con su liderazgo en manos del Consejo Administrativo y presidentes de Corona como Francisco Mejía Vélez, Rodrigo Gutiérrez Duque y Jorge Rocha.        

Bajo el compromiso de responsabilidad para el desarrollo ocial surgió la Fundación Echavarría Olózaga, creada el 18 de diciembre de 1963 cuando Hernán, Elkin, Norman, Felipe y Alice, junto con su madre, doña Elena Olózaga de Echavarría, unieron sus esfuerzos personales para generar cambios reales en la sociedad del país. Sin embargo, la Familia ya tenía en sus orígenes la contribución o aportes a lo social. Adicionalmente, Alejandro Echavarría fundó en 1913 el Hospital San Vicente de Paul de Barbosa y lo consideró otro hijo en su herencia. En sus orígenes, la fundación era muy cercana a la empresa y se enfocaba en trabajar con comunidades próximas, principalmente empleados y sus familiares, y tenía como objetivo fomentar la educación y la orientación de estudiantes de bajos ingresos, entregarles becas, subsidios o ayudas para adelantar, culminar o especializar sus estudios. Otro criterio considerado era el de la vivienda popular para las clases pobres y menos favorecidas de Colombia, además de promover el adelanto y la difusión de la ciencia y las bellas artes.